Muchos pacientes de Reiki tras recibir sus primeras sesiones experimentan unos
cambios en su organismo que pueden resultar molestos. Es habitual que en los
días siguientes a la sesión la persona pueda tener una sensación de náuseas,
irritabilidad, sensibilidad excesiva o que pase una semana enfadado.
Entonces esta persona piensa que el Reiki le ha ido mal y que no sólo no le ha
beneficiado, sino que también le ha causado trastornos en su persona.
Una crisis de sanación es un proceso que se activa en nuestro ser, mediante el
cual nuestro cuerpo físico libera toxinas acumuladas en nuestros órganos y
nuestro cuerpo mental-emocional libera emociones o pone de manifiesto patrones
de pensamiento que nos son nocivos. Esto es lo que llamamos una crisis de
sanación.
Síntomas mentales-emocionales que podemos experimentar durante una Crisis de
Sanación:
Ira
Tristeza
Miedo
Odio
Ansiedad
Síntomas físicos que podemos experimentar durante una Crisis de Sanación:
Incremento del sudor
Incremento de la orina
Incremento de las evacuaciones
Sarpullidos
Vómitos
Síntomas de resfriado o gripe
Dolores de cabeza
Fiebre
Dolores del pasado
Cada persona responde al tratamiento de una manera distinta. Por lo general
para sufrir una crisis de sanación se debe realizar un tratamiento de varias
sesiones donde la persona se limpia a fondo de los bloqueos.
Cuanto mas largo sea un tratamiento de Reiki más completos y duraderos serán
sus efectos. Una sesión por ejemplo, actúa sobre las consecuencias y resuelve
problemas puntuales. Por el contrario, el Reiki aplicado planificadamente y sin
prisas se orienta hacia la causa de los males y armoniza al individuo y su
globalidad.
En estos casos el agravamiento aparente remitirá al cabo de dos o tres días
pero suele ser conveniente realizar mas sesiones.
Además hay que tener en cuenta que un tratamiento integral afecta al conjunto
del cuerpo, mente y espíritu.
Alguien puede visitar a un reikista para curarse de una dolencia y al final del
tratamiento haber cambiado totalmente de comportamiento, de modo de pensar o de
forma de relacionarse con los demás. Esto se debe al reequilibrio emocional y
mental que Reiki produce.
Toda metamorfosis implica cierto grado de sufrimiento. Mediante el Reiki se
reviven acontecimientos pasados que muchas veces son desagradables y producen
sentimiento de angustia, miedo, abandono o rechazo. Manifestar las emociones es
necesario para limpiar el alma y liberarla energéticamente pero da lugar a esas
crisis emocionales que llamamos "catarsis".
Cuando la energía desencadena estos fenómenos traumáticos también conocidos por
los reikista como "removidas", el paciente no debe asustarse y
abandonar la sesión sino por el contrario, reafirmar su confianza en el poder
del Reiki.
Antonia, me parece estupendo el trabajo que estáis haciendo. Os animo a seguir.
ResponderEliminar