viernes, 30 de enero de 2015

A qué llamamos una "crisis de sanación"


Muchos pacientes de Reiki tras recibir sus primeras sesiones experimentan unos cambios en su organismo que pueden resultar molestos. Es habitual que en los días siguientes a la sesión la persona pueda tener una sensación de náuseas, irritabilidad, sensibilidad excesiva o que pase una semana enfadado. 

Entonces esta persona piensa que el Reiki le ha ido mal y que no sólo no le ha beneficiado, sino que también le ha causado trastornos en su persona. 

Una crisis de sanación es un proceso que se activa en nuestro ser, mediante el cual nuestro cuerpo físico libera toxinas acumuladas en nuestros órganos y nuestro cuerpo mental-emocional libera emociones o pone de manifiesto patrones de pensamiento que nos son nocivos. Esto es lo que llamamos una crisis de sanación. 

Síntomas mentales-emocionales que podemos experimentar durante una Crisis de Sanación: 
Ira 
Tristeza 
Miedo 
Odio 
Ansiedad 

Síntomas físicos que podemos experimentar durante una Crisis de Sanación: 

Incremento del sudor 
Incremento de la orina 
Incremento de las evacuaciones 
Sarpullidos 
Vómitos 
Síntomas de resfriado o gripe 
Dolores de cabeza 
Fiebre 
Dolores del pasado 

Cada persona responde al tratamiento de una manera distinta. Por lo general para sufrir una crisis de sanación se debe realizar un tratamiento de varias sesiones donde la persona se limpia a fondo de los bloqueos. 

Cuanto mas largo sea un tratamiento de Reiki más completos y duraderos serán sus efectos. Una sesión por ejemplo, actúa sobre las consecuencias y resuelve problemas puntuales. Por el contrario, el Reiki aplicado planificadamente y sin prisas se orienta hacia la causa de los males y armoniza al individuo y su globalidad. 

En estos casos el agravamiento aparente remitirá al cabo de dos o tres días pero suele ser conveniente realizar mas sesiones. 

Además hay que tener en cuenta que un tratamiento integral afecta al conjunto del cuerpo, mente y espíritu. 

Alguien puede visitar a un reikista para curarse de una dolencia y al final del tratamiento haber cambiado totalmente de comportamiento, de modo de pensar o de forma de relacionarse con los demás. Esto se debe al reequilibrio emocional y mental que Reiki produce. 

Toda metamorfosis implica cierto grado de sufrimiento. Mediante el Reiki se reviven acontecimientos pasados que muchas veces son desagradables y producen sentimiento de angustia, miedo, abandono o rechazo. Manifestar las emociones es necesario para limpiar el alma y liberarla energéticamente pero da lugar a esas crisis emocionales que llamamos "catarsis". 

Cuando la energía desencadena estos fenómenos traumáticos también conocidos por los reikista como "removidas", el paciente no debe asustarse y abandonar la sesión sino por el contrario, reafirmar su confianza en el poder del Reiki.

1 comentario:

  1. Antonia, me parece estupendo el trabajo que estáis haciendo. Os animo a seguir.

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